La ministra de trabajo precario, reforma laboral y mucho paro se ha referido a la situación de obligada salida por la crisis de miles de españoles al extranjero como "movilidad exterior". En el lenguaje neoliberal, como ya saben, la crisis actual no es el fracaso de la aplicación de una determinada ideología económica, y más allá, de una concreta manera de ser y estar que impregna todo el escenario político y social global, sino que es una "oportunidad" para desarrollar todo el potencial que un individuo lleva dentro.
Ejemplos hemos tenido unos cuantos en nuestro país a lo largo de la historia. En el siglo pasado los perdedores de la guerra se movilizaron al exterior tomándoselo no como un exilio forzado, sino como una auténtica oportunidad y un poco más adelante en el tiempo hubo mucha movilidad exterior de cientos de miles de españoles que vieron la oportunidad de no pasar hambre marchándose a la emigración, sin que por ello se hicieran mala sangre.
La historia está llena de situaciones de "movilidad exterior" y teniendo en cuenta lo llamativo de la crisis actual, en donde las acciones suben cuando aumenta el desempleo, dejando claro que los intereses de unos y otros están en contraposición, sólo queda pelear por que la movilidad exterior como oportunidad no afecte siempre a los mismos. La violencia es uno de los motores de la historia. Si no existiera, significaría que estamos viviendo bajo una dictadura que no permite la discrepancia. Vivimos una paz ilusoria. No toda la violencia es necesariamente física.
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