Hoy no ha sido mal día. Los ladrones de mi tiempo sólo me han tenido ocupado unas dos horas ¡No está mal! Ha habido días que me han birlado la jornada completa. Os supongo al tanto, así que voy directo al tema. Me refiero al Programa de Evaluación de la Docencia de esta Universidad, en su modalidad evaluación obligatoria, de la que soy uno de los afortunados que ha recibido esa carta, ejemplo de mala leche de una mala persona, que días antes de dejar su cargo nos exhorta a evaluarnos, no vaya a ser que el nuevo equipo entrante se le ocurra, en un ataque de sensatez , revisar el programa antes de aplicarlo, y que pasará a la historia de esta Universidad como la peor y más soberbia Vicerrectora que hemos soportado, hasta el momento.
Lo peor de la situación actual de la Universidad es que a aquellos a los que nos parece que Bolonia es una gran estafa, nuestros verdugos se empeñan en robarnos nuestro tiempo, de manera que cuanto más tiempo dedicamos a temas que nada tienen que ver con nuestra actividad universitaria, más satisface a aquellos compañeros que por convencimiento o conveniencia se han convertido, tras los oportunos actos de reflexión a tantos puntos valorables por horas de asistencia a cursos psicopedabobos, en colaboradores y controladores de la nueva realidad corporativa de la Universidad de Extremadura.
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